jueves, 6 de octubre de 2016

Crítica: Blair Witch (2016)


Secuela directa del clásico de 1999 dirigida por Adam Wingard (You're Next) y cuyo guión fue escrito por Simon Barrett. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio apenas este fin de semana. Recaudando hasta la fecha 35 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de descubrir un vídeo por internet en donde cree haber visto a su hermana Heather, James (James Allen McCune) y un grupo de amigos se dirigen al bosque donde ella desapareció hace más de 20 años y en el cual supuestamente habita la bruja de Blair.



Comentarios generales:

Independientemente de la opinión que uno pueda tener sobre The Blair Witch Project, es innegable que se trata de una de películas más influyentes dentro del género en los últimos 25 años y lo que provocó en 1999 fue un fenómeno cultural fascinante que no se ha vuelto a ver dentro del cine de terror. Básicamente fue el Pokémon Go de aquella época, estaba en todos lados y veías a toda clase de personas (fans o no) debatir sobre si era real, así que cuando se anunció esta sorpresiva secuela difícilmente podías ignorarla y en verdad deseaba que Blair Witch fuera algo especial, pero al final de cuentas resultó ser una gran decepción.

Ciertamente la premisa con la que parten Wingard y Barrett se siente como un proceso natural, pero la problemática es que ya no estamos en 1999 y el found footage ya no es algo novedoso como en aquel entonces. Ante esto uno esperaría un poco más de innovación de su parte y no solo simples actualizaciones de las herramientas de filmación, las cuales prácticamente son el punto de atención durante un primer acto sorpresivamente vacío considerando que solo se hacen referencias mínimas al tema de la leyenda o a lo ocurrido durante estos últimos 20 años; limitándose a interacciones genéricas entre personajes que no se diferencian demasiado a las de otros ochenta trabajos vistos en años recientes.

En general la película es aburrida, avanza muy lento y presenta situaciones bastante estúpidas, pero sobre todo se siente hueca. Por ahí se pretende jugar un poco con el hecho de que lo ocurrido sea una farsa al recurrir a los populares símbolos de ramas; sin embargo, este aspecto pasa rápidamente a segundo término para darle paso a una serie de sucesos inexplicables que no solo son incómodos de ver por el formato, sino que además no añaden demasiada sustancia como para poder desarrollar de mejor manera la mitología alrededor Blair; provocando que por momentos no sepas si estás viendo una historia sobre una bruja o sobre pie grande.

La parte final es un caos. Lo positivo que tiene es que las acciones se trasladan a un escenario familiar, pero más allá de eso hay poco que rescatar debido a que todo se limita a gritos y a movimientos bruscos de la cámara con los cuales no puedes percibir claramente lo que sucede; donde las explicaciones son mínimas y una vez más se pretende que sea el propio espectador quien saque sus propias conclusiones con respecto a lo que es la bruja.  

De las actuaciones puedo decir que no están tan mal, hacen lo que pueden con personajes muy limitados y cuyos diálogos se constituyen en un 50% de repetir nombres mientras corren. La producción tiene algunas cosas interesantes: el trabajo de sonido es muy bueno, en general la ambientación es sólida y el uso de diferentes tipos de cámaras generan una dinámica un tanto distinta, aunque se termina desperdiciando el elemento más interesante (un dron).

Opinión final: Blair Witch es una mala película. Un burdo intento por querer revivir una franquicia que dio todo de si hace 16 años atrás.

Ojometro:
**