viernes, 14 de octubre de 2016

Crítica: The Final Project (2016)


Debut tras la cámara del director Taylor Ri'chard, quien además es co-escritor del guión junto a Zachary Davis. La película se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de año, mientras que su salida en VOD se dio a finales de septiembre.

Sinopsis:

Seis estudiantes se van a explorar una granja abandonada para poder grabar algo de la supuesta actividad paranormal que se cree que hay ahí como parte de un trabajo escolar, pero un espíritu hará de su experiencia una auténtica pesadilla.



Comentarios generales:

Uno sabe que con tantos found footage siendo producidos siempre va a existir la posibilidad de encontrarse con alguno que te deje sin palabras gracias a que es un formato que se presta muchísimo para la mediocridad. Es básicamente algo que cualquiera que se dedica a ver películas de terror considera inminente y The Final Project es sin duda ese trabajo que en 2016 me ha hecho cuestionar nuevamente mi fanatismo por el género.

En verdad fue bastante complicado el poder escribir algo extenso gracias a que, después de la obligada introducción sobre “hechos reales”, lo que nos presenta Ri'chard es un auténtico suplicio que deja en evidencia su falta de imaginación para poder construir ya no digo una historia decente, sino algo que tenga cierta relevancia.

Esto porque tarda una eternidad para que los personajes puedan entrar al lugar en cuestión y realizar lo que supuestamente es el punto central de la película, rellenando casi 40 minutos del metraje con un larguísimo viaje en camioneta donde vemos cosas tan emocionantes como un juego sobre confesiones, una chica gritando por tener una pesadilla y mucha platica juvenil hueca, la cual se extiende incluso hasta todo el segundo acto para no aportar absolutamente nada de sustancia a los mitos que rodean la propiedad.

Es llegado al acto final cuando el director recuerda de lo que se trataba la historia y empieza a recurrir a sustos fáciles para equilibrar las cosas, pero en este punto ya básicamente nada tiene efecto. De hecho, la mayoría de las muertes apenas y se pueden ver gracias a que se dan desde la perspectiva de primera persona (los personajes traen puesta una GoPro) con una pésima iluminación, así como una estabilidad espantosa.

Las actuaciones son horribles, realmente ningún actor parece tomar con seriedad las cosas y es difícil creer algo de lo que hacen. La producción tampoco tiene nada que valga la pena: el trabajo de edición es malo, la iluminación es pésima como mencione antes, el trabajo de sonido es espantoso y los efectos son dignos de un proyecto escolar.

Opinión final: The Final Project es una atrocidad de esas grandes. Evítenla a toda costa. 

Ojometro:
*